I

Mi torpeza oratoria
me ha exiliado hasta aquí.
II 

Con este verso te acerco a mí sin tocarte.
III

La palabra cama lleva un ama.
IV

Me gusta ese árbol; así, discreto y gigante.
Sus profundas raíces revelan la debilidad de mi huella.
Tal vez estamos olvidando hablar de lo perenne,
de lo verdadero.